La financiación de las pymes españolas ha sido tradicionalmente bancaria, aunque después de que la crisis cerrara el grifo del crédito, se han asentado en España otras alternativas como el crowdfunding (aportaciones de particulares), que ya es una de las principales vías de financiación de estas empresas.
Según los datos proporcionados por Spotcap, la plataforma de líneas online de crédito para empresas, en el último año España se ha colocado en el sexto puesto de los países europeos con mayor volumen de transacciones de financiación no bancaria o alternativa, con lo que ha crecido a ritmos del 152 %.
Una de las modalidades es el citado crowdfunding, una alternativa que se ha convertido en una opción «muy atractiva» para impulsar los inicios de los emprendedores, ya que este tipo de plataformas permiten elevar la inversión y el acceso al capital, con un gran número de inversores y, todo ello, a través de internet.
En 2014 se aportaron 62 millones de euros a proyectos españoles por esta vía, un 114 % más que en 2013, cuando fueron 29 millones de euros.
Ruptura con las entidades financieras
Unas cifras que ponen de manifiesto que las pymes españolas están dejando atrás la etiqueta de «bancarizadas», además de romper su «estrecha» relación con las entidades financieras, buscando otras vías que, en ocasiones, les suponen unas mejores condiciones de financiación, según los expertos consultados por Efe.
‘Business angel’, o el ángel protector de los nuevos negocios
A su vez, otra figura que cada vez tiene mayor relevancia es la del business angel, un inversor particular que ayuda en las primeras etapas de crecimiento de un negocio a cambio de un porcentaje.
En España ya hay 32 redes y unos 400 business angels activos, con una media de inversión de entre 50.000 y 250.000 euros.
El objetivo de esta nueva figura es ayudar a nuevos proyectos en los inicios, que es la etapa más complicada de una empresa, con el objetivo de, si todo sale bien, convertirse en un accionista más y recuperar el dinero invertido más adelante.
Existe también otra posibilidad dirigida especialmente a aquellos proyectos o empresas en pleno proceso de lanzamiento, que son las llamadas «incubadoras» o «aceleradoras», en las que a cambio de acciones, los inversores aportan ayuda en el inicio, además de tutoría y aquellos recursos necesarios para la iniciativa.
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