Coworking Co-spaces en Benidorm (Alicante), le sugiere la lectura del siguiente artículo.
El entorno colaborativo, la capacidad de conseguir sinergias y la facilidad para hacer networking hacen de estos espacios unos lugares idóneos para que los emprendedores comiencen su aventura empresarial.
Mamuky es una plataforma online de ventas flash especializada en productos infantiles que se gestó en un espacio de coworking. Sus fundadores, Alfonso Merry, Galo Bertrand, Diego del Pozo y Rafael Garrido eligieron arrancar su proyecto empresarial en este escenario «porque era lo más económico», explica Bertrand.
Su idea no necesitó más de cuatro meses para tomar forma y crecer hasta llegar a plantearles a los socios el alquiler de una oficina, «pues era más rentable en ese momento y ofrecía un espacio donde estar más concentrado», apunta Bertrand.
Ventajas
Trabajar en tu start up en un espacio de coworking no sólo es más barato, también aporta una serie de ventajas que un emprendedor no puede encontrar trabajando en el salón de su casa. Sébastien Chartier, fundador del Salón MiEmpresa, las resume en reducción de costes, flexibilidad y aumento de la red de contactos. Además, «trabajar en estos espacios te permite crear nuevas sinergias y rodearte de personas dedicadas a distintas profesiones con las que compartir ideas y hacer networking, además de desarrollar nuevos negocios desde la cooperación y la colaboración».
Alexandra Rodríguez, fundadora de D.B. Intersection, comenzó a desarrollar esta firma en su propio domicilio, pero pronto comprendió que necesitaba un entorno en el que compartir con otros emprendedores y decidió trasladarse a un coworking. Durante el año en el que estuvo trabajando allí, Rodríguez tuvo la oportunidad de conocer otros profesionales que la ayudaron a «abrir su mente». Sin embargo, no todo son ventajas. Miguel Moya, fundador de la plataforma de crowdfunding, Injoinet, reconoce que, aunque tiene muchos pros, los emprendedores también pueden toparse con un espacio diáfano en el que convive mucha gente, hay mucho ruído y, en la mayoría de ellos, existen horarios que obligan al emprendedor a irse a su casa a una hora determinada.
Demo Day
Pese a estos pequeños inconvenientes, Moya también recuerda que un coworking es más que un espacio, es un lugar en el que puedes aprovecharte de ciertas actividades en las que presentar tu proyecto a otros emprendedores y evaluar qué respuesta podrías tener del mercado. Citas que no tienen por qué contar, necesariamente con inversores, aunque en algunos centros como Área 31, el centro de coworking de IE Business School, sí acuden financiadores todos los jueves. Concepción Galdón, directora de este espacio, señala que, aunque este detalle es importante, no es lo esencial para un emprendedor que «necesita estar en el ecosistema, encontrar a gente que le pueda ayudar y estar informado». Algo que facilitan estos escenarios.
Una solución que se convirtió en un negocio próspero
Mamuky sólo tiene once meses de vida y ya es todo un éxito. Sus artífices, Galo Bertrand, Alfonso Merry, Diego del Pozo y Rafael Garrido la pusieron en marcha para solucionar el problema del stock que se acumulaba de su tienda offline de productos infantiles. Conocían el modelo gracias a las grandes firmas como Vente Privee y Buy Vip, pero estas compañías no venden productos de pymes y vieron un nicho de mercado al que nadie estaba prestando atención.
Con 15.000 euros de sus bolsillos para arrancar y muchas ganas comenzaron a trabajar en el proyecto en un espacio de coworking que a los cuatro meses se les quedó pequeño. Ahora, sus planes pasan por diversificar Mamuky y abrir, además, una tienda online con ventas fijas y en enero estrenaron una plataforma de ofertas de productos gourmet
Fuente: http://www.expansion.com/2013/10/04/emprendedores-empleo/emprendimiento/1380904658.html
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