Si tienes un proyecto y crees que puede ser un valor añadido para la organización en la que trabajas, lo primero que tienes que hacer es comunicárselo a tus jefes.
“Emprender desde dentro es una clara oportunidad para sacar partido a los conocimientos internos, a un entorno laboral conocido y a la posibilidad de crear un equipo de trabajo que preste servicio a unos clientes que ya conoces”, explica Arancha Torres, directora de capital humano de PwC.
Entre los inconvenientes, Julen Ortiz de Murúa, experto en planificación estratégica de la innovación y coach, menciona “la usurpación de la idea y del proyecto, y el déficit de recursos por parte de la organización para desarrollar la idea en los tiempos de maduración requeridos para el éxito”. ¿Se puede llegar a jefe? Aunque no es una consecuencia inmediata, Torres reconoce que sí allana el camino para ascender: “Algunos de los que lideran los proyectos que tenemos en nuestro iMarket, bolsa de nuevas iniciativas, pueden llegar a ser directores o socios, según la buena marcha de su negocio”.
Transición
La confianza y el apoyo de la organización son clave para lograr tus objetivos de emprendedor interno. Ortiz de Murúa señala que “es muy importante que quienes lideren el proyecto sean generosos y realicen los esfuerzos necesarios para facilitar la transición de la cultura de la desconfianza y de la sospecha a la de la generosidad y la confianza mutua con la compañía”.
Torres cree que es inevitable un periodo de transición: “Si la idea es excelente y se estima un retorno de la inversión a corto plazo, la organización tiene que estar preparada para identificar a alguien que sustituya al profesional en el puesto que desempeñaba antes de poner en marcha su proyecto.
Compatibilizar ambos roles puede ser un fracaso. Soy partidaria de implicar a tiempo completo al intraemprendedor”. Pilar Jericó, presidenta de Be-Up, aunque cree en esta implicación, advierte de que “si las cosas no van bien, es difícil que el emprendedor pueda recuperar su puesto”.
La cuestión es si, a medio plazo, las organizaciones requerirán de una área de gestión de emprendedores para fomentar estos perfiles. Jericó no piensa que sea necesario, “pero si es tan importante debería incorporarse en las políticas de recursos humanos, es decir, como parte del plan de carrera, en la retribución salarial, en el perfil de competencias o en la formación y desarrollo… cosa que, hoy por hoy, apenas existe en las empresas españolas”.
Mi negocio y yo
Las ventajas, el apoyo y la perspectivas de ser jefe dentro de la organización, a veces no cubren las expectativas del intraemprendedor que, superada la fase de puesta en marcha de su negocio decide seguir por su cuenta. Torres recomienda establecer un partnership con la compañía: “Llegar a un acuerdo es básico, cierto compromiso con la empresa beneficia a ambas partes”. Jericó propone “negociar, quedarse con el negocio y dar una participación a la empresa nodriza, de modo que ésta siga apoyándole pero sin entrar tanto en la dirección del día a día”.
En cualquier caso procura que la salida de la empresa sea cordial. Ortiz de Murúa recuerda que “es importante que en el proceso, el emprendedor exprese su gratitud y reconocimiento hacia la empresa. Este paso resulta esencial para construir nuevas alianzas de cooperación. No hay que olvidar que, los proyectos de alianzas estratégicas de negocio a largo plazo están sobredeterminadas por la calidad de los vínculos personales que se establecen con los interlocutores estratégicos y las culturas de las organizaciones”.
Las envidias y el equipo
Airear tu espíritu emprendedor en el puesto de trabajo puede despertar cierto malestar entre tus compañeros. Por este motivo Arancha Torres, directora de capital humano de PwC, aconseja involucrar a los compañeros en la puesta en marcha del proyecto.
Julen Ortiz de Murúa, experto en planificación estratégica, recomienda seleccionar a los más adecuados, “no solo por su perfil profesional, sino también relacional. Después conviene realizar una reflexión estratégica con todos, para crear una visión compartida en cuanto los beneficios mutuos que reportará el proyecto para la empresa, el equipo, el promotor y líder del mismo. Se trata de conseguir la involucración y la cooperación sinérgica entre los integrantes para lograr el éxito emprendedor”.
Según Pilar Jericó, presidenta de Be-Up, “la mejor estrategia ha de pivotar en números y rentabilidad. A las personas les gusta unirse a equipos ganadores. Si creen que pueden aprender, es un desafío para su carrera y es exitoso desde el punto de vista económico, será más fácil que se unan”.
Fuente: http://www.expansion.com/2013/12/10/emprendedores-empleo/emprendimiento/1386713326.html
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